Jesús concede especial importancia a la pureza de las costumbres, ante todo a la pureza sexual. Recalca que la pureza sexual es indispensable para forjar una raza humana superior. La fornicación degenera la raza, engendrando hijos enfermos, enclenques, con las taras hereditarias de la tuberculosos, parálisis infantil (poliomielitis) una raza en decadencia en la que prospera el aspecto negativo de la vida: los vicios como el alcoholismo, el tabaquismo, opio, juegos de azar, prostitución, lo que hace necesario un exceso de médicos, hospitales, clínicas, manicomios y cárceles cuyos gigantescos edificios junto con el inmenso cuerpo médico gráficamente reflejan la enorme miseria moral que aflige a su pueblo.
Para terminar
estas lecciones, me queda por mencionar todavía, la excelsa virtud de la
pureza, a la pureza sexual, me refiero.
La procreación
es una Suprema ley de la vida, impuesta por el Padre Celestial para perpetuar
la raza humana. Es un acto sublime, sacrosanto, que debe ser respetado
religiosamente y ejecutado con inmaculada pureza.
Ejecutada la
procreación como Dios manda, dentro de la más escrupulosa pureza, los padres se
aseguran un premio del Padre Celestial, consistente en una descendencia
sobresaliente. Es que entonces, las almas más evolucionadas que moran en el más
allá y que les toca volver a esta Tierra para proseguir su evolución, esas
almas que buscan afanosamente cuerpos puros en que encarnarse, y prefieren
naturalmente los cuerpos engendrados por padres de inmaculada pureza sexual.
Este hecho asegura el nacimiento de hijos extraordinariamente hermosos, de
cuerpos esbeltos, dotados de una sólida salud y sobresaliente inteligencia de
notables cualidades espirituales y morales.
A hijos de tan
inmaculada cuna, el mismo Padre Celestial los apadrina, derramando sobre ellos
todas Sus bendiciones y bienaventuranzas, lo cual asegura un brillante provenir
para tales hijos y constituye la mayor felicidad de los padres. Para conseguir
un nacimiento en tan óptimas condiciones, los padres antes de efectuar el acto
sexual, deben depurar y fortalecer sus cuerpos. Esto lo consiguen ante todo con
una adecuada alimentación.
La
alimentación apropiada para los padres en vísperas de la procreación de un
hijo, es la vegetariana, a base de legumbres y frutas, comida cruda. Es que sólo
en estado crudo los vegetales conservan toda la fuerza vital. Deben excluir de
su alimentación la carne y todas las bebidas alcohólicas y, lo que es muy
importante, suprimir el fumar, porque estos vicios excitan los bajos instintos
del hombre, induciéndolo a la fornicación. En cambio, el vegetarianismo
despierta la parte elevada y divina del hombre, induciéndolo a la vida sexual
pura.
La inmensa
importancia del crudismo vegetariano, para la procreación de hijos extraordinarios,
lo revela el Sagrado Texto al referirse al nacimiento de Sansón. A la madre de
Sansón se le apareció un mensajero divino, anunciándole que tendría un hijo muy
sabio y el más fuerte que jamás haya pisado la Tierra. Pero existía una
exigencia que la futura madre debería cumplir, para que esta extraordinaria
promesa pudiera realizarse. La exigencia era que la futura madre debería
ponerse en un estricto régimen alimenticio, comiendo nada más que comida
vegetariana cruda, y bebiendo nada más que agua pura. Que debería eliminar
totalmente la carne y las bebidas embriagantes. Ella cumplió estrictamente con
esta exigencia y el hijo que nació fue tan robusto y fuerte, que a los catorce
años peleó con un león que lo atacó, destrozándolo sólo con sus manos. Más
tarde, luchó contra mil filisteos que lo atacaron, los venció y mató a todos.
Debido a su extraordinaria inteligencia fue elegido juez y rey de los
israelitas.
De manera que
los padres que desean tener hijos extraordinarios, deben imitar a los padres de
Sansón. Deben someterse a tan estricto régimen por lo menos durante tres meses
antes de realizar el acto sexual y la madre debe seguirlo durante todo el
tiempo hasta que nazca el hijo y deje de mamar, pues el hijo participa de los
alimentos de la madre. Durante estos tres meses, esta pareja debe vivir una
vida pura, sosegada y en lo posible, en el aire puro del campo o la playa.
Repito, sin comer carne, sin beber bebidas embriagantes y sin fumar, comiendo
tan sólo comida vegetariana, bebiendo agua pura y respirando profundamente aire
puro, como también tomando baños de Sol. Únicamente de esta manera, imitando a
esta pareja –sobre todo a esa magnífica madre que Dios hizo surgir para que
sirva de modelo a las madres de todos los tiempos- esta pareja puede esperar
confiada el nacimiento de un robusto niño, que puede resultar otro Sansón.