Enfermos suplican al Divino Maestro
que les explique la causa por la cual ellos enfermaban y sufrían dolores.
Cristo les contesta diciendo: Os enfermáis y sufrís dolores, porque habéis
desobedecido los Mandamientos de la Madre
Natura.
Cristo les
respondió: Felices vosotros que tenéis sed y hambre de sabiduría. Yo os
satisfaré, dándoos agua de la vida que nunca más os dará sed; os daré pan del
conocimiento que nunca más os dará hambre.
Bienaventurados
vosotros que llenos de fe acudís a mí, golpeando la verdadera y única puerta de
conocimiento y sabiduría, la cual os abriré de par en par. Felices vosotros
porque yo os liberaré de Satanás y os llevaré al reino de los Ángeles de
vuestra Madre Natura, donde sólo hay goce y felicidad, porque Satanás no tiene
acceso a ese reino.
Los
hambrientos de sabiduría, ante todos los discípulos selectos encabezados por Juan,
que siempre estaban cerca del Divino Maestro para que no se les escapara
ninguna palabra de sabiduría que salía de su divina boca, escuchaban con toda
atención sus enseñanzas y a veces le hacían preguntas, ¿Quién es nuestra Madre
Natura?, ¿Quiénes son sus Ángeles y dónde está su morada?
Cristo les respondió:
vuestra Madre Natura está dentro de vosotros y vosotros dentro de ella. Esta Madre os parió, os dio vuestro cuerpo,
os dio todo lo que sois, porque os dio la vida. Este cuerpo que os dio vuestra
Madre, algún día se lo tendréis que devolver. Felices vosotros porque
experimentaréis una alegría inmensa al conocer a esa bondadosa Madre y a su
Santo Reino. Conoceréis a vuestra madre tan pronto recibáis sus Santos Ángeles,
es decir, tan pronto obedezcáis las inmutables leyes de la Naturaleza , porque cada
Ángel representa una Ley, un don Divino, una virtud humana.
Ahora os
invito a que grabéis en vuestras mentes la Suprema Verdad que dice: <El
individuo que rigurosamente obedece los mandamientos de la Madre Natura , acatándolos todos
los días, jamás se enfermará>. Porque el poder de la Madre Natura es infinito y
omnipotente. Está lleno de misericordia, de sabiduría infinita, de belleza y
amor. Este compasivo poder de la Madre
Natura expulsa a Satanás que se adueñó de vuestro corazón,
induciéndoos a la maldad, al fraude, al crimen y hasta a matar. Pero una vez
expulsado Satanás de vuestro corazón y habitado éste por un Ángel, cambiaréis
radicalmente de conducta; seréis bondadosos, correctos, honrados, amaréis al prójimo
como a vosotros mismos, incluyendo a los que os odian y asimismo, amaréis a
todas las criaturas que Dios ha creado en la faz de esta tierra. Este
omnipotente poder de la Madre Natura
tiene dominio absoluto sobre vosotros y vuestros cuerpos y también sobre los
cuerpos de todos los seres vivientes y hasta sobre el Reino Mineral, Vegetal y
Animal.