Cuando habéis
trabajado con el sudor de vuestra frente durante el día, a la puesta del Sol,
os sentiréis cansados y deberéis reposar.
Entonces el
Padre Celestial, os enviará al Ángel del sueño, que os fortalecerá, brindándoos
un sueño reparador.
Para que tengáis
sueño de noche, no debéis dormir durante el día, porque el día es para trabajar
y la noche para dormir.
Cuando dormís
profundamente, vuestra alma sale de vuestro cuerpo para visitar el Reino de los
Cielos, donde es acogida cariñosamente por los Ángeles instructores, que la
aleccionan acerca de las maravillas del mas allá.
En verdad os
digo, sólo cuando cumplís fielmente con los Mandamientos de la Madre Natura , ella os otorgará
el pase para que podáis entrar en ese maravilloso mundo celestial. Durante la
presencia de vuestra alma en el más allá, el Padre Celestial la bendice, lo
cual fortifica, llenándola de fuerza vital. Amanecerá llena de felicidad y
optimismo, lo cual la hará más feliz y volverá más acertadas las tareas durante
ese día y los siguientes.