Cristo explica a sus oyentes el por qué les enseña con parábolas.
Entonces, volviéndose
Cristo a los enfermos, dijo: Os hablo con parábolas, porque así podéis entender
y comprender mejor la palabra de Dios y Sus mandamientos.
Los siete años
de glotonería, de embriaguez y de una vida licenciosa, representan los pecados
cometidos en el pasado contra los Mandamientos de Dios, que imponen la
obligación ineludible de obedecer las Leyes Naturales de la vida, simbolizadas
por los Ángeles del Sol, del aire, agua, Ayuno, Aseo intestinal, Recto vivir,
Oración, etc.
El malvado
acreedor y usurero es simbolizado por el siniestro Satanás, figura ficticia,
inexistente, porque, en realidad, lo representan vuestros propios pecados,
vuestros vicios y malos hábitos: en resumen, vuestra ignorancia, ya que el
sabio cumple estrictamente con los Mandamientos del Señor, y por lo tanto, no
se enferma ni sufre dolor alguno.
Las deudas son
vuestras enfermedades que habéis contraído debido a vuestra ignorancia, la que
os hizo desobedecer las Leyes Naturales de la vida.
Los trabajos
duros representan vuestros dolores, vuestros achaques que os afligen y fatigan
más que cualquier esfuerzo hecho en el trabajo.
Y el hijo pródigo
sois vosotros mismos, por haber desobedecido los Mandamientos del Padre
Celestial, es decir, las Leyes Naturales de la vida.
El pago de la
deuda contraída contra la Ley
moral, consiste en desalojar de vuestro carácter vuestros vicios y malos hábitos,
limpiando así vuestra alma, con lo cual, automáticamente, se os quitarán
vuestras enfermedades y vuestros dolores que padecéis, porque la enfermedad del
cuerpo significa que vuestra alma ha pecado, ya que el cuerpo, que es materia,
no puede pecar.
Y la bolsa de
plata recibida del padre, simboliza el premio que recibís del Padre Celestial,
o sea una sólida salud y larga vida por haberos regenerado y haber vuelto al
camino del recto vivir. El Padre Celestial es Dios, Jehová, autor de todo lo
que es y existe en el universo.
Sus siervos
son sus santos Ángeles, simbolizados por sus agentes, Sol, aire, Ayuno,
Virtudes, Oraciones, etc., todo lo cual acerca al hombre cada vez más al Padre
Celestial, hasta identificarse con Dios mismo.
Las posesiones
del Padre están simbolizadas por todo lo que existe en el Universo: Cielos,
Soles, Tierra, Astros, Planetas, donde sobra espacio para todos los hijos de
Dios.
Todo esto, o
sea el Universo entero es el campo del Padre Celestial y reciben sus premios y
recompensas, si, sumisamente, obedecen las Leyes Naturales aquí en la Tierra.
Ahora, mis
amados, yo os pregunto: ¿No es acaso más cuerdo y más sensato obedecer a
vuestro Padre, ayudándolo en sus faenas, ganándoos con el honrado trabajo el
pan vuestro, que desobedeciéndolo y ser un inútil holgazán, que pide dinero
prestado a malvados usureros que lo explotan inicuamente, al no poder cancelar
la deuda, haciéndoos trabajar duramente durante siete años como esclavos? Asimismo,
¿no es más sabio, acaso, obedecer a Dios, colaborando en Su obra, gozando de
buena fortuna, de buena salud, una vida larga, llega de gozo y felicidad, que
desobedecerlo, viviendo en miseria, achacosos, andrajosos, enfermos, doloridos,
amargados y desdichados?
Vosotros
mismos, con vuestro comportamiento, os labráis vuestro destino, vuestra dicha y
desdicha, vuestra salud y enfermedad, el premio y castigo, pues, cada cual
cosecha lo que siembra.